Vivimos en un mundo que sabe muy poco
acerca de dar su vida por otros. Es de vital importancia que el cristiano tenga
completo entendimiento de este concepto, especialmente si sabe que ha sido
llamado al ministeno.
En vez de ofrecernos al servicio de los
demás, nosotros en la Iglesia esperamos que otros nos sirvan. En particular
esta es la postura que tomamos hacia el hombre o la mujer de Dios.
Tú y yo nunca podemos movernos en una
unción como la de Eliseo hasta que no hayamos aprendido a servir a un Elías.
Jesús dijo:
Nadie tiene mayor amor que este, que uno
ponga su vida por sus amigos.
Juan 15:13
No es difícil decir que estamos sujetos a
Jesús, pero la pregunta es: ¿estamos sujetos a otro ser humano? Ahí la historia
cambia.
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